El tercer nivel en la formación de hábitos es que el niño realiza lo que tiene que hacer sin repelar... Aunque todavía hace las cosas de manera obligada, ya no reniega: aquí es muy peligroso ya que los padres tienden a confiarse porque el niño ya se acostumbró a no renegar, a no hacer berrinches; pero la verdad es que aún no está acostumbrado a hacerlo, todavía requiere que se le acerque...
Precisamente como el niño ya no reniega... los padres piensan que YA hace las cosas, pero sí es necesario recordar que en esta época todavía hay que recordarle y FELICITARLO por hacerlo, por ejemplo, decirle: - Hijo, me gustó que hoy cumplieras con tu tarea". "Me gustó que recogieras tu cama", etc..., y entonces se combina en esta etapa el recordar la tarea a ejecutar y felicitar después de que lo haga y así poder brincar al siguiente escalón.

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